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De qué hablo cuando hablo de comer sano

O unas cuantas ideas para que el tema de la alimentación saludable no acabe por abrumarte y hacerte perder tu propósito.

 

Alimentación saludable es uno de los temas favoritos hoy en cualquier espacio en el que las personas buscan mejorar sus hábitos para tener una vida plena y feliz.

El asunto es que hay casi tantas opiniones como expertxs en la materia. Hay muchísima información circulando en Internet y al final resulta siendo demasiado y nos perdemos entre tantos consejos que son muchas veces contradictorios.


En estos casos de saturación de información mi política siempre es

volver a los básicos. Simplificar.

Lo básico en este caso es imaginar cómo sería la alimentación en un estadio de la vida humana más simple, menos civilizada por decirlo así.


Observa e imagina. Olvídate del supermercado y todo a tu alcance en los anaqueles con tan sólo estirar la mano:

¿Qué es lo más disponible en la naturaleza, lo más al alcance de la mano real, sin máquinas de por medio?


 

¡Exacto!!

Plantas, muchas plantas, las que crecen cerca de la tierra, eso es lo más disponible para el ser humano de forma realmente natural (me choca cuando algo dentro de un bote en el supermercado dice natural, ¡nada dentro de un bote es natural!! De origen natural puede ser, pero ya que está ahí dentro, pasó por tantos procesos...)


 

Entonces, volvamos, ¿de qué hablo cuando hablo de comer sano?

De comer de una manera lógica con respecto a las capacidades reales del ser humano, sin tanta mediación de las herramientas y máquinas que hemos desarrollado para industrializar nuestra alimentación.


¿Qué sí comer?

. Vegetales (verdura, fruta, legumbres, etc.) locales, frescos y de temporada.

70% de tu alimentación verduras.

. Grasas vegetales crudas para aderezar (aceites de oliva, aguacate o coco, siempre en frío, lo más vírgenes posibles) nunca cocinar con ellos.

. 20% granos, leguminosas, cereales, semillas, frutos (todos estos deben ser remojados al menos 24 horas antes o germinados antes de cocerse o comer)

. 10% frutas.

. Para cocinar ghee (mantequilla clarificada).

. Incorporar especias, son la base de la medicina preventiva en la cocina: cúrcuma, pimienta negra, pimienta de cayena, anís, hinojo, cardamomo, comino, jengibre, canela, clavo, orégano, tomillo, romero, chiles con moderación.

. Yogi té y tés de hierbas naturales.


¿Qué evitar?

. Alimentos altamente procesados (lácteos comerciales, enlatados, congelados, salsas, aderezos o adobos preparados industrialmente, mayonesas o mermeladas industriales, etc.).

. Aprender a leer las etiquetas. No compres nada que contenga ingredientes con palabras raras o que no entiendas qué son.

. Carne de cualquier tipo y cualquiera de sus derivados, incluyendo lácteos.

. Aceites vegetales para cocinar.

. Alimentos altamente refinados como los elaborados con harinas que no son integrales o el azúcar blanca. Evita las harinas y los azúcares añadidos.

. Café, alcohol, tabaco y cualquier tipo de estimulante para el sistema nervioso.



De este lugar provienen la mayor cantidad de verduras que consumo. El productor se llama Hugo, él no usa ningún tipo de químicos y sin ningún intermediario nos vende directamente a los consumidores mediante un sistema de despensas que organizan algunas personas, consumidoras también. Investiga, cerca de donde vives tal vez encuentras un sistema similar. Y si no, siempre puedes organizarlo tú. La ventaja es doble, te alimentas sano y fomentas un tipo de economía que no esclaviza a la madre tierra ni a los productores agrícolas.
De este lugar provienen la mayor cantidad de verduras que consumo. El productor se llama Hugo, él no usa ningún tipo de químicos y sin ningún intermediario nos vende directamente a los consumidores mediante un sistema de despensas que organizan algunas personas, consumidoras también. Investiga, cerca de donde vives tal vez encuentras un sistema similar. Y si no, siempre puedes organizarlo tú. La ventaja es doble, te alimentas sano y fomentas un tipo de economía que no esclaviza a la madre tierra ni a los productores agrícolas.

 

Unas cuantas ideas finales:

- La principal rutina de belleza y cuidado de la salud comienza en la alimentación.

- No somos lo que comemos, somos lo que digerimos. No comas nada que no puedas digerir en menos de 22 horas.

- Lógica de la alimentación: dónde vivo, qué hay a la mano, qué es más fácil de obtener de la naturaleza en condiciones menos sofisticadas, las estaciones y sus alimentos predominantes.

- Las modas de los alimentos: siempre que un alimento se pone de moda hay unx empresarix detrás queriendo ganar mucho dinero. Aplica la lógica de la alimentación.

- Si vives en América ten en cuenta que la ganadería fue introducida a nuestro continente por los europeos en los S XXVII y XXVIII. Entonces vuelve aplicar la lógica para considerar si el consumo de carnes es de verdad tan indispensable para tu salud como nos han vendido.

- No piensen en sustituir (la carne por la soya, esto por lo otro) sino en cambiar de lógica. Permítete re pensar tu alimentación.

- Cocinar y comer en armonía y en ambiente amoroso. Entona mantras que te inspiren y eleven mientras preparas tus alimentos.


Aquí de regalo mi lista de Spotify de mantras de Kundalini Yoga para cocinar.


¡Disfruta el viaje!

Estas propuestas son para que las empieces a incorporar poco a poco y disfrutando el camino de cuidarte cada vez mejor. No servirán de nada si te agobias y te estresas por querer hacer todo en un mes. Diviértete.

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